Nuestra Historia

Inició en 1952 cuando un joven sacerdote en España, el Padre Gabriel Calvo, comenzó a desarrollar una serie de conferencias para parejas casadas, cuya atención se centró en el desarrollo de una relación abierta y honesta dentro del matrimonio y aprender a vivir una relación sacramental al servicio de los demás. Se dio cuenta que los padres tenían una buena comunicación como matrimonio, sus hijos presentaban un buen comportamiento y una forma de ser tan centrada, por lo que buscó la razón de esto. Este hecho, le hizo darse cuenta claramente de lo importante que era la relación de los padres para la integración completa de los muchachos.

En 1962, el Padre Calvo presentó las conferencias como un retiro de fin de semana a las parejas en Barcelona. La experiencia fue muy exitosa y se extendió rápidamente por toda España.

Y así comenzó a crear un instrumento que facilitara la comunicación profunda en otros matrimonios. El Padre Calvo lleva su experiencia a la convención del MFC. (Movimiento Familiar Cristiano) realizada en el estado de Indiana (USA), otro sacerdote Jesuita, Chuck Gallager, de nacionalidad norte americana, entendió esta forma de comunicarse, reunió a un grupo de parejas en Nueva York y en un departamento empezaron a estructurar lo que sería el WORLDWIDE MARRIAGE ENCOUNTER, con ocho matrimonios y seis sacerdotes, en nuestro idioma: ENCUENTRO MATRIMONIAL MUNDIAL «EMM»

Encuentro Matrimonial Mundial es considerado el programa de enriquecimiento matrimonial ofrecido por primera vez a las parejas casadas.

El Padre Gallager y estos matrimonios soñaron con llegar a una Diócesis en Nueva York y pronto estaban en todo EEUU.

En 1974, llegaron a San Antonio Texas, a la comunidad de habla hispana. Los esposos Garza, Echeverría y Piña, junto a otro sacerdote Jesuita, Meny Bellard, llevaron el FDS a México su tierra natal, proponiéndose llegar hasta la Patagonia. Una vez establecido en México y con apoyo de la comunidad hispana de Texas, se empezó a difundir a muchos países de Latinoamérica 

 

Desde entonces hasta hoy, muchas parejas, sacerdotes, religiosos y religiosas han mantenido viva la presencia del Encuentro Matrimonial Mundial en Latinoamérica con su disponibilidad, entrega, servicio y en la labor de regar permanentemente la semilla de una experiencia que marca positivamente en todos los aspectos, la relación de las parejas, los sacerdotes y religiosos que la viven